
Muzafer
Sherif,
uno de los fundadores de la psicología social, ideó este
experimento junto a su mujer, Carolyn
Sherif,
para estudiar el origen de los prejuicios en los grupos sociales. El
estudio se desarrolló en un campamento de los boy scout situado
en el Parque Estatal de Robber´s Cave, en el que participaron 22
adolescentes varones de 11 años de edad. Los jóvenes fueron
divididos en dos grupos desde el inicio mismo del campamento.
En
cuanto la cooperación se hizo necesaria las hostilidades cesaron y
los grupos se entrelazaron hasta la práctica fusión
Durante
una primera fase se consolidó la formación de los grupos, que
ni siquiera sabían de la existencia de otros niños, y se
consolidaron espontáneamente jerarquías sociales internas. Los
niños pusieron nombre a cada uno de ellos: The Rattlers y The
Eagles. Tras esto, los investigadores –camuflados como
monitores del campamento– empezaron a crear fricciones entre los
grupos, a base de competencias deportivas y gymkanas. La
hostilidad entre los grupos se hizo patente enseguida y,
de hecho, la segunda fase del experimento tuvo que zanjarse antes de
lo previsto por problemas de seguridad. En la tercera fase Sherif
introdujo tareas que requerían la cooperación de ambos grupos:
desafíos que necesitaban resolver ambas partes, como un problema de
escasez de agua o un camión atascado en el campamento. En cuanto la
cooperación se hizo necesaria las hostilidades cesaron y los grupos
se entrelazaron hasta tal punto que los niños insistieron en volver
a casa en el mismo autobús.
El
estudio es uno de los más citados de la historia de la psicología
social y fue un auténtico éxito, pero hoy en día jamás se
aprobaría su realización: los niños no fueron informados de su
participación en el experimento y fueron engañados del principio al
fin del mismo.
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